 
Texto: Guillem
Martínez
Tamaño: 15 X 10,5 cm.
Páginas: 32
Imágenes: 12
Impresión: cuatricromía + barniz
Idioma: español
Precio:30 Euros
ISBN: 84-89356-29-7
Fecha de edición: 2000
Situación: disponible
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La vida no vivida
El día que empezó la guerra, mi abuelo estaba en la fábrica. Decidieron
dejar de trabajar y se fueron a buscar la guerra. Vivían en un pueblo
pequeño. Todo lo que llegaba al pueblo llegaba en tren, de manera
que fueron a buscar la guerra a la estación. Una vez en la estación
vieron que no había guerra. Pese a ello hicieron guardia. A mi abuelo
le dieron una pistola. Con la pistola en el cinturón estuvo vigilando
que no llegara ningún fascista en tren. No vino ningún fascista, Vinieron
los mismos de siempre, que miraban a mi abuelo con canguelo, pues
llevaba una pistola en el cinturón. Antes de que finalizara el día,
mi abuelo comprendió que el único fascista que había en la estación
podría ser él y su pistola, de manera que fue al sindicato y devolvió
la pistola. Mi tío Cristóbal tenía 17 años. Estudiaba. Era del sindicato.
Empezó la guerra un día antes. Quería ser piloto, Como no había aviones
se apuntó a la defensa aérea. Defendía la ciudad desde una torre,
en el puerto, con un fusil de peli de indios y vaqueros. No derribó
ningún aparato enemigo, pero cuando finalizaban los bombardeos bajaba
de la torre y metía en un saco de arpillera los pescados muertos [
]
Mi padre fue el primero en ver a los fachas. Eran navarros. Llevaban
boinas rojas. Les vio junto al paso a nivel. Un carlista que llevaba
una cocina de campaña tirada por una mula, se acercó al pequeño grupo
de chavales entre los que estaba mi padre. [...]
Todos estos recuerdos son recuerdos no vividos. No vividos por mí.
No vividos por usted. Conservan la emoción, la densidad y la magia
de los recuerdos no vividos. Las fotografías de Martí Llorens, posiblemente,
son eso y son así.
Guillem Martínez (del texto del libro)
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"lo mínimo". Los 20 títulos
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